Guillermo Ricart, ingeniero de profesión, comenzó un romance a muy temprana edad con la fotografía y, en sus años de madurez, cayó bajo el embrujo de las profundidades del mar dominicano. Allí encontró su verdadera causa, dedicándose a captar imágenes de un ecosistema frágil y en peligro, pero a la vez repleto de fascinantes y diversas criaturas.

 


Amor a profundidades: el fotógrafo Guillermo Ricart y el mar dominicano

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